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Nuestro primer medallista olímpico, el pelotari Francisco Villota, sigue en Madrid

A continuación os trasladamos el artículo que nos ha hecho llegar Ignacio Ramos, autor del libro Frontones Madrileños, y que forma parte de la investigación que sigue relalizando sobre la pelota en Madrid. Le agradecemos este reportaje inédito y en exclusiva sobre la historia de Francisco Villota, pelotari madrileño y primer medallista olímpico en nuestra historia.

A unos días de saber si Madrid será o no sede olímpica en 2020 nos gustaría recordar y destacar la importancia de la pelota en la historia del deporte madrileño, así como la gran oportunidad de aprovechar dicha ocasión para honrar la historia deportiva y la cultura del deporte, recuperando la instalación deportiva moderna más antigua de Madrid: el Frontón Beti-Jai.

FRANCISCO VILLOTA SIGUE EN MADRID

En 2004, el pelotari madrileño Francisco Villota Baquiola (1873-1950) pasó a la historia al ser declarado oficialmente “campeón olímpico”, tras aceptar el COI la revisión histórica de los llamados “Concursos Internacionales de Ejercicios Físicos y Deportes” celebrados en París a lo largo de 1900, que fueron considerados los II Juegos Olímpicos de nuestra era (1).  Villota había vencido en la prueba amateur de cesta punta por parejas, junto al vizcaíno José de Amézola, aunque tras retirada de sus rivales franceses en la final (2).  Francisco Villota tuvo en años siguientes relevancia deportiva como fundador del Athletic Club de Madrid, del Club de Sport Vasco y del Euskal Jai Club, pero la información sobre su vida desde que dejó el deporte y se dedicó a la abogacía era muy escasa hasta ahora y ni siquiera se conocía con certeza su fecha de fallecimiento ni dónde podría estar enterrado. Para colmo, Villota no dejó descendencia que nos pudiera proporcionar mayor información.

Según los datos que se repetían hasta hoy, Francisco Villota murió en Madrid en 1949, sin precisar la fecha exacta. En virtud de esta información, decidí comprobar si nuestro pelotari olímpico estaba enterrado en Madrid. Tras preguntar en todos los cementerios de la ciudad, la suerte me sonrió en el último que visité, el precioso Cementerio de la Sacramental de San Isidro, situado junto a la ermita de San Isidro. Una llamada a la oficina de la Archicofradía Sacramental de San Pedro, San Andrés y San Isidro, encargada de este cementerio, me confirmó que Francisco Villota Baquiola aparecía registrado en el panteón “Fernández de Villota” (Patio 4º, h duplicada), donde se encuentran las tumbas de Carmen Villota Baquiola (fallecida en 1912) y de su marido Glorialdo Fernández Aguilera, hermana y cuñado del pelotari. Cuando Francisco de Villota falleció, su cuerpo fue enterrado en la cripta del panteón, donde también descansan sus sobrinos Arturo, Gloria, Pilar y Luciano, y la hermana de su cuñado, Celedonia Fernández Aguilera.

Foto - Pantéon de la familia Fernández de Villota. Ignacio Ramos

La localización de Francisco de Villota en los registros del Cementerio de San Isidro me permitió conocer la fecha exacta de su fallecimiento: el 7 de enero de 1950. Este dato lo contrasté en el Registro Civil de Madrid, donde conseguí su certificado de defunción, que se ofrece a continuación. En este documento, consta que Francisco Villota Baquiola, natural de Madrid, de profesión abogado, falleció a los 77 años, de “esclerosis cardio-renal” en su domicilio del primer piso del número 7 de la calle de la Florida (actual calle Mejía Lequerica). En el certificado, Villota aparece casado con Ana Uribe Echeverría, natural de Ayarta (¿?) (3) , Vizcaya, de cuarenta años, de profesión “sus labores”, y sin hijos de su matrimonio. La diferencia de edad entre Francisco Villota y su mujer era de 37 años, y si Ana Uribe tenía cuarenta años a la muerte de su marido, debieron de casarse como muy pronto a finales de los años veinte, cuando Villota superaba ya la cincuentena. Tras enviudar, Ana Uribe contrajo nuevas nupcias con el notario y exdiputado de la CEDA Juan M. Antonio Álvarez Robles.

Foto - Certificado de defunción de Francisco Villota

El descubrimiento de estas nuevas informaciones son solo un punto de partida para empezar a componer la biografía de Francisco Villota, que espero ir completando a lo largo de este año. De momento, sabemos que nuestro primer medallista olímpico sigue en Madrid y descansa en uno de nuestros cementerios.

Ignacio Ramos Altamira

Autor de Frontones madrileños

(Ediciones La Librería, 2013)

Referencias: 

(1) La revisión fue realizada por Bill Mallon y publicada en The 1900 Olympic Games: results for all competitors in all events, with commentary, Jefferson: McFarland & Company Inc., 1998

(2) Sobre la participación española en los Juegos Olímpicos de 1900, recomiendo el libro de Fernando Arrechea 1900: la primera aventura olímpica española (Bubok, 2009), donde se ofrecen además interesantes datos biográficos tanto de Francisco Villota como de José de Amézola.

(3) No existe ningún pueblo vizcaíno llamado Ayarta, por lo que puede tratarse de un error en la escritura del nombre y que la localidad fuera Gallarta. 

Enlaces relacionados:

jaigornet Lun, 02/09/2013 - 17:41

Nos hacen llegar esta info. adicional:

Pues se puede añadir otro dato. El magnífico panteón es obra del arquitecto Antonio Palacios Ramilo, el mismo autor del Circulo de Bellas Artes, el Palacio de Cibeles, el Banco Central (antes del Río de la Plata, y hoy Instituto Cervantes), la casa Palazuelo en Mayor nº 4,  la casa Matesanz en Gran Via 27, las primeras construcciones y líneas del Metro de Madrid, y tantas y tantas obras de esta ciudad.

Saludos

Vicente