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"La leyenda del Beti-Jai. El último frontón de Madrid" en la revista Madrid Histórico

En el próximo número 48 de la revista Madrid Histórico, correspondiente a Noviembre/Diciembre de 2013, va a aparecer un extenso dossier en el que desde la Plataforma Salvemos el Frontón Bei-Jai de Madrid repasamos la historia y las vicisitudes que ha atravesado el Beti-Jai a lo largo de sus 119 años de existencia.

Desde la plataforma queremos agradecer a la revista Madrid Histórico la oportunidad de publicar este dossier que permitirá acercar el Beti-Jai a más ciudadanos. Asímismo queremos reconocer la labor de los miembros de la plataforma y de la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio que han colaborado en su edición.

En las próximas semanas os podremos ofrecer el dossier completo a través del blog, de momento os dejamos este avance:

«Érase una vez que era un antiguo y hermoso frontón maltratado por sus malvados propietarios ante la desidia de las administraciones públicas competentes en materia de patrimonio…»

Podría ser una historia de cuento con final feliz, pero de momento no lo es. El frontón Beti-Jai de Madrid atraviesa sus peores momentos en sus 119 años de vida. El único superviviente de los primeros frontones industriales (comerciales) languidece a la sombra de la especulación inmobiliaria y la dejación de funciones de las Administraciones públicas competentes.

A lo largo de este reportaje recogemos la documentación histórica más representativa que hemos ido recopilando a lo largo de los años en la Plataforma Salvemos el Frontón Beti-Jai de Madrid, citando las fuentes originales de la información. Nuestro objetivo no es más que el de documentar lo más fielmente posible la historia del Beti-Jai de acuerdo a nuestra labor de investigación y dotarla de unidad.

1– El juego de pelota llega a Madrid

A finales del siglo XIX el deporte de la pelota sufre una gran transformación. De ser un deporte de ámbito rural practicado por aficionados pasa a ser un deporte profesional. Hasta entonces el juego se desarrollaba en frontones surgidos en las plazas de los pueblos. Su tipología era muy diferente a la actual: podía ser un muro alto de una iglesia, las murallas del pueblo, la pared de una casa, los pórticos de un ayuntamiento, un muro aislado en el campo, etc. 

Es entonces cuando el deporte se profesionaliza, siendo uno de los pioneros en la materia. Dicha profesionalización implica que los jugadores ya no juegan para entretenerse, desafiar a algún contrincante de un pueblo vecino o del propio, o incluso ganar una apuesta, sino que juegan por dinero. Por cobrar un salario. Los empresarios por su parte, pagan la ficha de los pelotaris. Dinero que obtienen de lo que cobran por acceder a ver el espectáculo del juego de pelota, las cafeterías y restaurantes de los frontones, y el negocio con las apuestas, que genera grandes beneficios.

Es entonces cuando surgen los denominados frontones industriales con el objetivo de cubrir la necesidad de tener un espacio donde albergar esa actividad económica/ deportiva. Son estadios de espectáculos como los que existen por esas fechas para ver la tauromaquia (plazas de toros) o las representaciones dramáticas (teatros). 

Es en esa misma época también cuando la monarquía se traslada a San Sebastián para disfrutar del periodo vacacional. La corte se desplaza desde Madrid junto con la regente María Cristina de Borbón. Durante su estancia, tanto ella como su hijo, el futuro Alfonso XIII, asisten a numerosos partidos organizados para su disfrute; este último, según los rumores, es un gran aficionado a este noble deporte. 

Ante el éxito de dichos espectáculos algunos empresarios vascos deciden emprender la construcción de frontones en Madrid para ampliar la temporada más allá del veraneo. Si el negocio era rentable en San Sebastián, ¿por qué no lo iba a ser también en la capital? Es entonces, entre 1891 y 1894, cuando surgen los cuatro grandes frontones que tuvo Madrid a principios del siglo XX: el Jai-Alai (1891), el Fiesta Alegre (1892), el Euskal-Jai (1893) y el Beti-Jai (1894). Es el comienzo espectacular y prometedor de la historia de la pelota en Madrid.

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