La Asociación Cultural Navarra proyectó el documental Beti-Jai. El templo olvidado
El pasado jueves 17 de febrero tuvo lugar con la proyección del documental Beti-Jai. El templo olvidado promovida por la Asociación Cultural Navarra en el Espacio Bertelsmann de la calle O’Donnell .
El acto se celebró con el aforo completo y fue presentado por la vicepresidenta de la asociación, Marta Fernández Munarriz, seguida de José Luis Pastor Torres, socio de FreeBox, la empresa de comunicación que ha producido el audiovisual. Tras la proyección del mismo, celebrada con un fuerte aplauso, se organizó sobre el mismo escenario un coloquio moderado por Fernando Rodríguez, miembro de la productora, en el que intervinieron Fernando Larumbe Bidegain, expelotari miembro de la Plataforma Salvemos el Frontón Beti-Jai de Madrid, Eduardo Gras Lope, historiador del Deporte que luchó para la conservación del edificio, Laura Soler Murolas, arquitecta técnica de Ferrovial que controló las obras de consolidación del inmueble, y Cristina Moreno Lorente, arquitecta de la Subdirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid.
Abrió las intervenciones Fernando Larumbe incidiendo en el valor cultural de la pelota vasca como juego extendido por toda España -donde hay otras modalidades tan populares como los juegos valencianos de pelota -que tendría su corazón en Madrid con el Beti-Jai rehabilitado. Siguió Eduardo Gras, que contó sus infructuosas gestiones para promover la compra del frontón abandonado por parte de las administraciones autonómica o municipal -que años después acabó gastando muchísimo más dinero en su expropiación-, por lo que insiste en que después de la inversión realizada la gestión debe de ser pública. Cristina Moreno incide en que la labor del Ayto. ya comenzó antes de la expropiación obligando a los propietarios a apuntalarlo, alaba la labor efectuada para su rehabilitación por la arquitecta municipal Mariluz Sánchez –que no ha podido asistir-, y dice que su departamento trabaja en la redacción de un Plan Especial para ampliar los usos permitidos -pues actualmente está declarado exclusivamente como dotacional “deportivo singular”-, tras lo que explica que la decisión de la gestión pública o privada es exclusivamente política, aunque menciona la necesidad de cubrirlo para facilitar su explotación por un particular. Por último, Laura Soler también alaba la labor de Mariluz, y explica su relación con el edificio y el trabajo efectuado para localizar una teja plana original, que permitió comprobar que su arquitecto, Joaquín de Rucoba, las había utilizado ya para el cuerpo de administración que da a la calle Marqués de Riscal anticipándose a su popularización veinte años después. Inmediatamente, en un segundo turno de palabra, el moderador pregunta a Larumbe cómo le gustaría imaginar el frontón Beti-Jai dentro de cinco años, y Fernando expone que querría verlo como escenario del juego de pelota, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO; Gras insiste en su carácter cívico, y lo ve como pieza clave para unos Juegos Olímpicos madrileños en los que -incluso a falta de pelota- podría acoger otros deportes como la halterofilia o el boxeo. Se abrió entonces una ronda de intervenciones entre el público, en la que todos los participantes incidieron en la necesidad de que no se cubra, pues la cubierta impediría su declaración como Patrimonio Mundial; en que la gestión sea pública para abrirlo a la ciudadanía; y en que se amplíe el régimen de visitas establecido, extendiéndolo a sábados y domingos, de lo que toma nota Cristina Moreno, para transmitírselo a sus superiores.
Finalizado el acto, se sirvió en el vestíbulo una degustación de vinos navarros donde los asistentes departieron animadamente sobre el documental y el acto sucesivo.
Enlaces relacionados: